Llega el día en que ya no puedes más. Las cartas del banco se acumulan en el buzón, las llamadas se multiplican, y empiezas a pensar en soluciones desesperadas. ¿Qué tal si simplemente dejo la casa vacía y me voy antes de que el banco la subaste? Total, ¡ya no es mi problema! Bueno, amigo, permíteme desmentir ese mito antes de que hagas las maletas. No es tan simple como parece, y hoy te explicaré, entre risas y datos serios, qué pasa si decides abandonar tu vivienda antes de la subasta.
1. El escape soñado: ¿Una solución rápida y sin dolor?
Abandonar la vivienda antes de que el banco inicie el proceso de subasta puede parecer una solución ingeniosa. ¿Quién no ha fantaseado con hacer las maletas, dejar las llaves en la encimera y empezar de nuevo? Spoiler alert: no funciona así. Si abandonas la casa, el banco no se va a olvidar de ti, ni mucho menos.
Realidad:
En sitios turísticos como Tossa de Mar o Peñíscola, hay muchos casos de propietarios que pensaron que huir de la vivienda solucionaría el problema. La realidad es que el proceso judicial sigue su curso, y la deuda, los intereses y los gastos legales siguen creciendo. Lo único que cambia es que ya no disfrutas del sofá de tu salón.
2. La triste verdad: La deuda no desaparece por arte de magia
Abandonar tu casa no significa que dejes de deberle dinero al banco. Al contrario, lo que sucede es que el banco seguirá reclamando la deuda hasta que se complete la subasta, y si la casa no cubre todo lo que debes, la diferencia seguirá siendo tu responsabilidad. No, no puedes simplemente escaparte y que el problema desaparezca.
Estadística:
En lugares como Benicàssim, el 25% de las subastas terminan con un precio de venta inferior a la deuda original. Así que, aunque dejes la casa vacía, podrías seguir debiendo miles de euros al banco, algo que no es precisamente una gran noticia cuando ya has dejado tu hogar atrás.
3. ¿Qué puede hacer el banco si abandono la casa?
Si decides dejar la casa vacía y desentenderte, el banco puede tomar varias medidas. Una de las primeras será intentar acelerar el proceso de embargo y subasta, pero además de eso, podrían intentar recuperar su dinero a través de otros métodos. No, no van a mandar a un matón a buscarte (por suerte), pero sí pueden embargar tu salario o cualquier otro bien que tengas.
Ejemplo:
En Cambrils, un propietario dejó la vivienda vacía durante más de un año mientras el banco iniciaba el proceso de subasta. Para su sorpresa, cuando finalmente se subastó, no solo perdió la casa, sino que el banco embargó parte de su nómina para cubrir la diferencia entre el valor de la subasta y la deuda original. ¿Le salió a cuenta abandonar la casa? Definitivamente, no.
4. El riesgo de okupas: tu casa vacía, pero no tanto
Uno de los problemas más comunes cuando dejas una casa vacía es que puede acabar ocupada por terceros. Y no hablamos de invitados inesperados para el té de la tarde. Los okupas son una realidad en España, especialmente en inmuebles abandonados o deshabitados. Si tu casa acaba ocupada, no solo tendrás un problema legal, sino que puede alargar aún más el proceso de subasta y complicar las cosas con el banco.
Dato:
En Girona, casi un 15% de los inmuebles vacíos que estaban en proceso de subasta fueron ocupados ilegalmente en los últimos cinco años. Esto no solo generó problemas adicionales para los propietarios, sino que también encareció el proceso legal para el banco, que finalmente acabó reclamando esos costes al dueño original.
5. ¿Qué alternativas tienes antes de abandonar la casa?
Antes de hacer las maletas y salir corriendo, es importante que explores todas las opciones disponibles. El banco, por mucho que no lo parezca, no quiere quedarse con tu casa. Ellos prefieren recuperar su dinero de la manera más rápida y menos costosa posible, por lo que en muchos casos están dispuestos a negociar.
Alternativas antes de huir:
- Dación en pago
Si la deuda es demasiado grande y no puedes seguir pagando, existe la opción de ofrecer la vivienda al banco a cambio de saldar la deuda. Esto es algo que el banco puede aceptar, especialmente si creen que es una solución más sencilla que la subasta. - Venta antes de la subasta
Si todavía tienes tiempo antes de que el banco inicie el proceso judicial, considera la posibilidad de vender el inmueble. En mercados como Zaragoza o Santander, la demanda de viviendas sigue siendo alta, y podrías conseguir vender la propiedad por un valor cercano a lo que debes. Mejor salir con algo de dinero en el bolsillo que con una deuda interminable. - Refinanciación o carencia
Algunos bancos están dispuestos a ofrecer periodos de carencia o refinanciar la hipoteca si demuestras que tu situación es temporal. No todas las puertas están cerradas, y puede que una renegociación sea la mejor opción para evitar una catástrofe financiera.
6. Conclusión: Huir de la casa no es la mejor salida
Dejar una casa vacía y cruzar los dedos esperando que el banco no te siga es como intentar esconderte de una tormenta bajo una sombrilla: no te va a proteger de lo que se viene. Si bien es tentador pensar en empezar de nuevo en otro lugar, lo cierto es que los problemas financieros te seguirán hasta donde vayas, y las consecuencias de abandonar tu hogar pueden ser mucho más graves de lo que imaginas.
Negociar con el banco o fondo es siempre la mejor opción. Aceptar el problema y enfrentarlo de manera proactiva te permitirá minimizar el daño y encontrar una salida más digna que simplemente abandonar la casa. Vender antes de la subasta, negociar una dación en pago, o buscar asesoramiento especializado son caminos mucho más seguros y que te evitarán años de dolor financiero.
Así que, si estás pensando en dejar la casa vacía y huir, piénsalo dos veces. Siempre hay una mejor opción, y si necesitas ayuda, puedo ayudarte a mediar con el banco o fondo para que encuentres una solución antes de que sea demasiado tarde. No te quedes solo con el problema.