¿Alguna vez te has enterado de que tu deuda, esa que estabas tratando de gestionar, ya no pertenece al banco con el que firmaste la hipoteca, sino a un fondo de inversión misterioso? Pues bienvenido al mundo de la cesión de crédito. Este fenómeno ocurre más de lo que piensas y, aunque parezca confuso o injusto, es completamente legal. Pero, ¿cómo afecta realmente tu situación financiera? Vamos a descubrirlo.

1. ¿Qué es la cesión de crédito?

La cesión de crédito es, en términos sencillos, la venta de tu deuda a un tercero. Cuando dejas de pagar una deuda, el banco o la entidad financiera original puede decidir vender ese crédito a otra empresa, usualmente un fondo de inversión. Este nuevo dueño de la deuda puede ofrecer diferentes opciones de pago o ser más agresivo en la recuperación del dinero.

Los bancos suelen recurrir a esta práctica para quitarse de encima deudas «difíciles de cobrar». A cambio, el nuevo acreedor asume el riesgo y la posibilidad de cobrar el total o una parte de esa deuda.

2. ¿Por qué los bancos ceden créditos?

Aquí va una de esas verdades incómodas: los bancos no están interesados en gestionar créditos que no se van a pagar. Prefieren centrarse en actividades más rentables. Así que si tu deuda ha entrado en una fase de impago prolongado, es probable que el banco opte por venderla a un fondo especializado en recuperar deuda.

Este proceso se ha visto incrementado en zonas donde los impagos hipotecarios han crecido, como Girona, Tarragona y Castellón, destinos turísticos donde la compra de segundas residencias no siempre ha salido como los propietarios esperaban.

3. ¿Qué implica para ti la cesión de crédito?

Cuando la cesión de crédito ocurre, la principal diferencia es que ahora te enfrentas a un nuevo acreedor. Este puede ser un fondo de inversión que, a menudo, no está interesado en tener una relación amistosa contigo, sino en recuperar el dinero cuanto antes.

Pero, ¿qué cambia en la práctica?

  1. Condiciones de pago: Aunque tu contrato original sigue siendo válido, el nuevo acreedor puede ofrecerte nuevas opciones de pago o un descuento si saldas la deuda de manera inmediata.
  2. Agresividad en la reclamación: Mientras que los bancos tienden a ser más lentos en tomar medidas, los fondos suelen ser más rápidos y efectivos, con lo que podrías enfrentarte a una presión mayor para pagar.
  3. Posibilidad de negociación: Si has sido cedido a un fondo, a veces puedes negociar un acuerdo más favorable. Los fondos pueden aceptar un porcentaje menor del total de la deuda para cerrar el caso, cosa que un banco difícilmente haría.

4. ¿Qué puedes hacer si tu crédito ha sido cedido?

Si te encuentras en esta situación, no entres en pánico. Hay varias acciones que puedes tomar para asegurarte de que el proceso no te pille desprevenido.

  • Confirma la cesión: Lo primero que debes hacer es asegurarte de que efectivamente la deuda ha sido cedida. El banco tiene la obligación de informarte de esta operación, y el nuevo acreedor también debe notificarte formalmente.
  • Consulta las condiciones del nuevo acreedor: A veces, las condiciones pueden ser más flexibles que las del banco original, así que no dudes en revisar las nuevas propuestas de pago o liquidación.
  • Negocia si es posible: Muchos fondos están dispuestos a aceptar una cantidad menor si pagas en un solo plazo. No dudes en intentar negociar una reducción del total de la deuda.

5. Casos reales: Cesión de crédito en zonas turísticas

Zonas como la Costa Brava o el Pirineo de Huesca son ejemplos donde muchas hipotecas de segundas residencias han sido cedidas a fondos. Debido a la alta tasa de impago, especialmente tras la pandemia, los bancos han decidido ceder estos créditos a terceros para evitar pérdidas mayores.

En Tossa de Mar, por ejemplo, un propietario de una casa de verano vio cómo su deuda hipotecaria fue cedida a un fondo de inversión que, tras negociar, aceptó un pago del 60% del total adeudado para evitar una larga batalla legal. Aunque la cesión pueda parecer una mala noticia, puede abrir la puerta a este tipo de soluciones.

6. Conclusión: La cesión de crédito no es el fin del mundo

Aunque descubrir que tu deuda ha sido cedida a un tercero puede ser desconcertante, lo cierto es que esta situación no tiene por qué ser tan negativa. Incluso puede ser la oportunidad de negociar una reducción en el total adeudado y quitarte la deuda de encima.

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