Si crees que comprar una vivienda en España es complicado y alquilar es como jugar a la ruleta rusa, ¡no estás solo! Pero, ¿cómo estamos en comparación con nuestros vecinos europeos? ¿Por qué hay países donde parece más fácil encontrar vivienda y otros donde el alquiler es un lujo? Hoy vamos a comparar la situación en España con el resto de Europa y ver qué políticas han funcionado (y cuáles no) en otros lugares.

Prepárate para un viaje por el fascinante (y a veces frustrante) mundo del mercado inmobiliario europeo, con datos, gráficos y un toque de humor para hacer más amena la tragedia.


Situación actual en España: ¿Estamos tan mal?

En España, el mercado de la vivienda es un tema caliente desde hace años. Los precios de la compra y el alquiler han subido de manera desproporcionada en las grandes ciudades, y las familias y jóvenes se encuentran con dificultades para acceder a una vivienda digna sin dejarse media vida en hipotecas o alquileres desorbitados.

Datos clave:

  1. Precios de compra: El precio medio de la vivienda en España es de 1.983 €/m², aunque en ciudades como Madrid y Barcelona supera los 3.000 €/m².
  2. Alquiler: En 2023, el precio medio del alquiler en España es de 11,2 €/m². Madrid y Barcelona se llevan la palma con medias cercanas a los 15 €/m².
Ciudad Precio medio compra (€/m²) Precio medio alquiler (€/m²)
Madrid 3.381 15,5
Barcelona 3.254 15,1
Sevilla 1.887 10,3
Valencia 1.724 9,6
Zaragoza 1.583 8,5

El resto de Europa: ¿Qué están haciendo y cómo les va?

Veamos cómo se manejan nuestros vecinos europeos en cuanto a vivienda y qué políticas han adoptado para combatir la crisis de los precios tanto en compra como en alquiler.

1. Alemania: El país de los inquilinos

Alemania es conocida como el país donde la mayoría de la gente prefiere alquilar en lugar de comprar. Aproximadamente el 50% de los hogares alemanes son inquilinos, y el motivo no es solo cultural, sino también económico.

Políticas adoptadas:

  • Control de rentas: Alemania tiene una de las legislaciones de control de alquileres más estrictas de Europa. Las subidas anuales están limitadas, y los alquileres no pueden subir más de un 10% por encima de la media del mercado local.
  • Ayudas al alquiler: Existen subsidios estatales para inquilinos con rentas bajas.

Resultado:

Los precios del alquiler en Alemania se mantienen relativamente estables, aunque en ciudades como Berlín, Múnich y Hamburgo, el mercado ha empezado a tensionarse. El control de rentas ha ayudado a limitar las subidas desorbitadas, pero ha provocado una falta de oferta de vivienda disponible, ya que los propietarios prefieren no alquilar.

Dato curioso:

En Berlín, se intentó una ley que congelaba los alquileres durante 5 años, pero fue declarada inconstitucional en 2021. El caos entre inquilinos y propietarios fue digno de una serie dramática.

2. Francia: Subvenciones para todo

En Francia, el precio de la vivienda también ha subido considerablemente, pero el Estado juega un papel muy activo. El gobierno ofrece múltiples subsidios tanto para la compra como para el alquiler.

Políticas adoptadas:

  • Subsidios a la compra: El gobierno francés ofrece ayudas para la compra de vivienda a jóvenes y familias con bajos ingresos, como el famoso Prêt à Taux Zéro (PTZ), un préstamo sin intereses.
  • Subvenciones al alquiler: Programas como el APL (Aide Personnalisée au Logement) ofrecen ayudas a los inquilinos con rentas bajas.

Resultado:

Aunque los precios de compra siguen subiendo, las ayudas han permitido que más personas puedan acceder a la vivienda, tanto en alquiler como en compra. Sin embargo, en ciudades como París, los precios del alquiler están por las nubes, llegando a 25 €/m² en zonas céntricas.


3. Países Bajos: Regulación de alquileres y más construcción

En los Países Bajos, el mercado inmobiliario está fuertemente regulado, pero también hay políticas para aumentar la oferta de vivienda.

Políticas adoptadas:

  • Control de precios del alquiler: El 75% de las viviendas en alquiler están reguladas y clasificadas según un sistema de puntos, lo que limita el precio del alquiler.
  • Construcción de vivienda social: El gobierno ha incentivado la construcción de viviendas asequibles a través de subvenciones a promotores privados y públicos.

Resultado:

Los alquileres están controlados, pero la demanda ha superado la oferta, generando largas listas de espera para acceder a viviendas reguladas. La falta de suelo disponible en áreas urbanas también ha generado subidas de precios.

4. Suecia: ¡Alquiler congelado y subasta de contratos!

Suecia tiene un sistema de control de precios de alquiler que ha hecho que el mercado esté prácticamente congelado. La demanda supera con creces la oferta, y alquilar un piso en Estocolmo es como ganarse la lotería.

Políticas adoptadas:

  • Congelación de alquileres: Los alquileres llevan años congelados gracias a un sistema de control que solo permite subidas mínimas anuales.
  • Contratos de alquiler «subastados»: Debido a la falta de vivienda disponible, muchos contratos de alquiler terminan siendo subastados en un mercado negro, donde los inquilinos pagan a antiguos inquilinos para que les cedan sus contratos.

Resultado:

Aunque el alquiler es barato, encontrar una vivienda es prácticamente imposible. En las grandes ciudades, la gente espera años para conseguir un contrato regulado.


¿Qué podría aprender España de Europa?

Ahora que hemos visto qué hacen nuestros vecinos, surge la pregunta: ¿qué soluciones podrían aplicarse en España? ¡Agarra lápiz y papel porque aquí van algunas ideas!

1. Construcción de vivienda pública

Una de las soluciones más efectivas en varios países ha sido la construcción de vivienda pública y social. Esto aumenta la oferta de vivienda, especialmente en alquiler, y ayuda a estabilizar los precios.

Ejemplo: En Viena, más del 60% de la población vive en viviendas sociales o subvencionadas por el Estado. Como resultado, los precios del alquiler en la ciudad son considerablemente más bajos que en otras capitales europeas.

2. Control de precios del alquiler

Otra opción sería implementar un control de precios del alquiler, similar al de Alemania o Países Bajos. Aunque esta medida tiene defensores y detractores, podría ayudar a frenar las subidas desorbitadas en ciudades como Madrid o Barcelona.

Pero ojo, el control de precios puede tener el efecto secundario de reducir la oferta, como hemos visto en Berlín o Estocolmo. Necesita complementarse con incentivos para que los propietarios sigan ofreciendo sus inmuebles en alquiler.

3. Incentivos a la compra para jóvenes

España podría aprender de Francia y ofrecer más incentivos fiscales y préstamos a interés cero para jóvenes y familias con bajos ingresos que quieran comprar una vivienda. Esto podría aliviar la presión en el mercado de alquiler, donde los precios siguen disparándose.

4. Rehabilitación de viviendas vacías

En España, hay más de 3 millones de viviendas vacías. Un buen plan de rehabilitación, con ayudas estatales y municipales, podría devolver muchas de estas viviendas al mercado, aumentando la oferta y ayudando a reducir los precios.


Conclusión: El lío de la vivienda en España no es solo nuestro, pero sí tiene solución

España no está sola en su lucha contra los altos precios de la vivienda. Otros países europeos también han enfrentado crisis similares y han adoptado políticas que, con mayor o menor éxito, han logrado estabilizar el mercado.

Consejo final:

Si tienes una propiedad alquilada y no has podido hacerte cargo de la hipoteca, la clave está en buscar una solución.

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