Imagina por un momento que tu casa, esa que compraste con tanta ilusión, ya no vale lo que debes por ella. Vamos, que el banco te prestó más de lo que el inmueble cuesta ahora. Esto, por desgracia, es más común de lo que parece y tiene un nombre técnico que suena muy feo: estar “underwater” o, en español, «deuda hipotecaria superior al valor del inmueble». ¿Qué hacer en estos casos? Vamos a verlo, pero tranquilos, que lo vamos a hacer con humor (porque si no, esto de las deudas sería demasiado gris).

Y ya que estamos hablando de hipotecas que se han convertido en una verdadera piedra en el zapato, aprovechemos para recordar uno de los episodios más «épicos» de la historia financiera reciente: las hipotecas subprime, responsables de la crisis financiera de 2008. Pero primero, ¡vámonos al lío con lo de tu casa!

¿Qué pasa cuando la deuda supera el valor de la casa?

Bien, esto es como haber pedido prestado para comprarte un coche deportivo, y luego darte cuenta de que, en lugar de un Ferrari, tienes un patinete eléctrico… Y aún así debes el Ferrari. Cuando tu deuda hipotecaria supera el valor actual de tu casa, las opciones pueden parecer limitadas, pero ¡que no cunda el pánico! Aquí tienes varias ideas para enfrentarte a este problemón.

1. Habla con tu banco (sin miedo)

Lo primero es lo primero: negociar con el banco. Sé que la palabra «negociar» y «banco» en la misma frase no suenan como la cita más atractiva, pero créeme, a veces funcionan. Podrías intentar una reestructuración de la deuda, alargar el plazo o buscar mejores condiciones que te permitan pagar cómodamente. A fin de cuentas, a los bancos tampoco les gusta quedarse con tu casa (aunque no lo parezca).

2. Dación en pago

Una opción que muchos desconocen es la dación en pago. Básicamente, le entregas las llaves de tu casa al banco y a cambio te perdonan la deuda. No es la opción más feliz (es como renunciar a tu mascota a cambio de no tener que pagarle el pienso), pero si la deuda te asfixia, puede ser la salida más limpia. Ojo, no todos los bancos aceptan la dación en pago, pero no pierdes nada por preguntar.

3. Alquila tu casa

Si no puedes vender y tampoco quieres quedarte con el marrón, una opción es alquilar la casa y con ese dinero cubrir las cuotas de la hipoteca. Puede no ser la solución definitiva, pero al menos te ayudará a ganar tiempo y a no perder más dinero.

4. Vende rápido, aunque pierdas

Otra opción (no muy popular, pero a veces efectiva) es vender la casa aunque el valor sea inferior a la deuda. Aunque pierdas algo de dinero, podrías estar evitando un problema mayor a largo plazo. Algunas empresas compran rápido, eso sí, por debajo del valor de mercado, pero te sacarán del apuro sin tener que ir a una subasta.

5. Espera a que suba el mercado

Si tienes algo de margen de maniobra y el mercado inmobiliario está en una mala racha temporal, podrías intentar aguantar el tirón. No es la solución más rápida, pero si el mercado mejora, podrías recuperar parte del valor perdido. Eso sí, mientras esperas, recuerda no dejar de pagar (o los problemas se te multiplicarán).


Un poco de estadística: ¿Cuánto afecta este problema en España?

Aquí viene el toque serio. Según datos recientes del INE (Instituto Nacional de Estadística), en 2023, aproximadamente un 10% de los propietarios en España están “underwater” con sus hipotecas. Esto es especialmente común en las zonas donde los precios de las viviendas han caído significativamente desde el boom inmobiliario de los 2000s, como algunas áreas costeras y ciertos pueblos de interior que no tuvieron el crecimiento esperado.

Áreas más afectadas:

Zona Porcentaje de hipotecas “underwater”
Comunidad Valenciana 12%
Andalucía 11%
Castilla-La Mancha 15%
Murcia 10%
Baleares 8%

Ejemplo:

Imagina que compraste tu casa en 2007 por 200.000 € con una hipoteca del 100%. Hoy, tu casa vale 150.000 €, pero todavía debes 180.000 €. Aquí tienes un gráfico que resume la situación:

Año de compra Precio casa (€) Hipoteca (€) Valor actual (€)
2007 200.000 200.000 150.000
2023   180.000  

¿Y qué son las hipotecas subprime?

Quién no recuerda las hipotecas subprime… El concepto suena a algo oscuro y peligroso, y lo cierto es que lo fue. Vamos a explicar qué son, pero con una analogía divertida (que para eso estamos aquí).

Imagina que el banco es un organizador de fiestas. Al principio, invitaba solo a sus amigos ricos y solventes. Pero luego, se entusiasmó tanto que empezó a invitar a todo el mundo, incluso a los que ya le debían dinero, no tenían trabajo o sabían que nunca podrían devolver lo que pidieran prestado. Esta gente sin capacidad real para pagar son los que obtuvieron las hipotecas subprime.

¿Qué pasó con estas hipotecas?

Al principio, todo fue fiesta y alegría. Los bancos daban dinero como si no hubiera un mañana, y la gente compraba casas que no podían permitirse. Pero claro, cuando llegó la hora de pagar, muchos no pudieron hacerlo, y las casas acabaron embargadas y, por supuesto, la burbuja estalló.

En resumen, las hipotecas subprime eran préstamos de alto riesgo, concedidos a personas con un historial crediticio pobre. La crisis financiera de 2008 fue el resultado directo de la gran cantidad de impagos de estas hipotecas, sobre todo en Estados Unidos, aunque España también se llevó su parte.


¿Cómo evitamos otro desastre como las subprime?

Afortunadamente, el mercado hipotecario ha cambiado mucho desde entonces, y ahora los bancos son un poquito más cuidadosos. Aquí algunos cambios:

  1. Mayor control sobre los préstamos: Ahora es más difícil que te den una hipoteca si no puedes demostrar ingresos estables.
  2. Ley hipotecaria más estricta: Desde 2019, en España hay una normativa que protege más al consumidor, como limitar los tipos de interés abusivos o permitir que los hipotecados puedan subrogar o cambiar de banco más fácilmente.
  3. Evaluación del riesgo: Los bancos son más exigentes con los requisitos y valoran mucho más el riesgo. Si antes cualquier persona con pulso podía conseguir una hipoteca, ahora te van a pedir hasta el horóscopo.

¿Qué hacer si tu hipoteca está a punto de explotar (o ya lo ha hecho)?

Aquí una lista rápida de lo que puedes hacer para evitar verte en una situación como la de las subprime:

  1. Haz números antes de pedir una hipoteca: Si el banco te dice que puedes pedir 300.000 €, no significa que debas hacerlo. Sé realista con tus ingresos y tus gastos.
  2. Busca el mejor interés posible: No te quedes con el primer banco que te haga una oferta. Comparar tipos de interés y condiciones puede ahorrarte miles de euros a largo plazo.
  3. Aprovecha la amortización parcial: Si tienes algo de dinero extra, intenta amortizar capital de tu hipoteca. Esto puede reducir mucho lo que terminas pagando en intereses. Y si te preguntas si es mejor amortizar reduciendo plazo o cuota, aquí un cuadro:
Opción Ventajas Desventajas
Reducir plazo Pagas menos intereses a largo plazo Cuotas mensuales pueden ser más altas
Reducir cuota Cuotas mensuales más bajas Pagas más intereses a largo plazo

Conclusión: Un mal trago con soluciones

Tener una hipoteca cuyo valor supera el de la casa o enfrentarte a productos como las subprime puede ser un mal trago, pero siempre hay soluciones. Ya sea renegociar, vender o incluso entregar la casa al banco, ¡todo tiene una salida! Y recuerda, puedo ayudarte a encontrar la mejor solución para tu situación.

Si estás en un apuro, no dudes en contactarme. Estaré encantado de ayudarte a salir del fondo (de la hipoteca, claro). Aquí tienes mis URLs para más información:

https://www.youtube.com/watch?v=nmlDxgtg2qo