Hay una sensación en el aire cuando nos enfrentamos a problemas económicos: el orgullo. Ese «yo puedo solo», «lo resolveré más adelante», o el clásico «es que me da vergüenza pedir ayuda». Pero, sinceramente, ¿vale la pena perder tu casa por no querer levantar la mano y pedir auxilio a tiempo? Si estás leyendo esto, probablemente has considerado dejar que subasten tu casa, porque crees que es la única salida. Pero ¡espera! Hoy te vamos a mostrar que no tiene por qué ser así.
Spoiler alert: ¡Todavía puedes hacer algo! Y te vamos a contar cómo.
¿Por qué prefieres perderlo todo antes que pedir ayuda?
Uno de los principales errores que cometemos cuando nos encontramos en esta situación es pensar que, si no tocamos el problema, este desaparecerá mágicamente. Lo curioso es que esto no sucede. Al contrario, el problema crece, como una bola de nieve, acumulando intereses, recargos y notificaciones.
¿Qué nos frena entonces? Aquí algunas razones que hemos escuchado a menudo:
- Vergüenza: Nos han enseñado que pedir ayuda es sinónimo de fracaso.
- Desconocimiento: No sabemos a quién recurrir.
- Orgullo: No queremos que otros vean que no podemos con todo.
- Negación: «A mí no me va a pasar», «Seguro se resuelve solo».
Listas de excusas que hemos escuchado (y por qué no valen)
- «Me llamarán del banco con una solución»
Spoiler: No lo harán. O sí, pero no será una solución que beneficie a tu bolsillo. - «Prefiero que el banco lo subaste y me olvido»
Error. Si el banco subasta tu casa, y el precio de subasta es menor que tu deuda, ¡todavía debes dinero! - «No puedo más, que se lo quede el banco y ya está»
Si crees que «dejando que el banco se lo quede» te libras de todo, lamento decirte que no funciona así. El banco recupera parte del dinero, pero te quedas con la diferencia entre lo que debías y lo que obtienen. Eso sí, sin casa.
Un vistazo a las estadísticas
Según datos recientes del Consejo General del Poder Judicial, el número de subastas judiciales relacionadas con ejecuciones hipotecarias en España ha aumentado en un 15% en 2023 respecto al año anterior. Esto se traduce en familias que pierden su hogar por no haber pedido ayuda a tiempo.
En poblaciones como Zaragoza, La Muela, Cuarte de Huerva, y Utebo, se han registrado un aumento del 20% en ejecuciones hipotecarias. Sin embargo, también hemos visto que en muchas de estas zonas, los propietarios que se atreven a pedir ayuda han conseguido negociar con el banco y evitar la subasta.
Estadística reveladora: Según un estudio reciente, el 70% de las personas que piden ayuda antes de que su casa llegue a subasta consiguen una solución alternativa. ¡Ese porcentaje es altísimo!
¿Sabías que…?
Aquí algunos datos curiosos sobre las subastas que te harán pensar dos veces antes de dejar que tu casa llegue a ese punto:
- La subasta no siempre salda la deuda: Si la subasta se vende por menos de lo que debes, el banco puede seguir reclamándote la diferencia.
- Los costos se disparan: Los gastos judiciales, tasaciones y otros costos asociados a la subasta solo aumentan tu deuda.
- Tu historial crediticio quedará afectado: Olvídate de pedir un crédito o una hipoteca en el futuro si dejas que tu casa sea subastada.
Y ahora… ¿qué puedes hacer para evitar la subasta?
Es momento de ponerte manos a la obra. Aquí algunas soluciones que pueden ayudarte a evitar que tu casa llegue a subasta:
- Vende antes de la subasta:
Vender tu casa antes de que llegue a subasta es una de las mejores opciones. Hay empresas y profesionales especializados en ayudarte a vender rápidamente, incluso si tienes deudas. ¡Y a un precio mejor que el que obtendrás en una subasta! - Negocia con el banco:
Es cierto que los bancos no son las instituciones más flexibles del mundo, pero si te acercas a ellos antes de que las cosas se compliquen más, pueden ofrecerte alternativas: refinanciación, moratorias o incluso quitas parciales de deuda. - Pide asesoramiento financiero:
No tienes que enfrentarte a este problema solo. Un asesor especializado puede ayudarte a encontrar soluciones que ni siquiera sabías que existían. - Consigue un comprador rápido:
Empresas especializadas en la compra de inmuebles pueden adquirir tu propiedad antes de que llegue a subasta. Recuerda, ¡es mejor recibir un 85% del valor de tu casa que dejar que en la subasta se venda por el 50% o menos!
Lo peor que puedes hacer: esperar a que te llamen de la subasta
Si hay algo que hemos aprendido de las subastas judiciales es que nunca llegan buenas noticias cuando uno espera pasivamente. Lo peor que puedes hacer es dejar que todo siga su curso sin intervenir.
Ejemplo real:
Un caso reciente en Cuarte de Huerva: Un propietario decidió que dejaría que su casa fuera subastada. Llegó la notificación de la subasta, pero en lugar de venderse por el 100% del valor de mercado, se vendió por el 60%. Al final, no solo perdió su casa, sino que quedó con una deuda de más de 50.000€ que sigue pagando.
La importancia de actuar pronto: ¡no lo dejes para mañana!
Las historias de éxito siempre empiezan con un paso: pedir ayuda a tiempo. Tomar la decisión de enfrentar el problema no es fácil, pero puede marcar la diferencia entre perderlo todo o salvar tu hogar. En el peor de los casos, incluso si no puedes salvar la casa, hay formas de minimizar el daño financiero y emocional.
En definitiva, la subasta no es el final del camino si decides tomar acción ahora.
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