Recibir una herencia suena bien, ¿verdad? Pero, ¿qué pasa cuando la vivienda que heredas viene con una hipoteca? En lugar de celebrarlo, te encuentras lidiando con un mar de preguntas: ¿tengo que pagar la deuda? ¿Qué pasa si no puedo asumirla? ¿Se puede vender la casa con hipoteca? Aquí, con humor y buen sentido común, te contamos todo lo que necesitas saber si heredas una vivienda hipotecada y cómo evitar que este regalo envenenado arruine tu tranquilidad.


1. La primera pregunta: ¿debo aceptar la herencia?

Lo primero que debes saber cuando te enteras de que has heredado una vivienda con hipoteca es que no estás obligado a aceptarla. De hecho, puede que lo mejor sea pensarlo dos veces antes de emocionarte. Heredar una vivienda no solo implica recibir una propiedad, sino también asumir todas las cargas asociadas a ella, incluida la hipoteca.

¿Qué opciones tienes?

  • Aceptar la herencia: Si decides aceptar la herencia, también aceptarás las deudas. Esto incluye la hipoteca pendiente y cualquier otro gasto asociado con la propiedad, como impuestos o reparaciones necesarias.
  • Aceptar la herencia a beneficio de inventario: Esta opción te permite aceptar la herencia, pero solo hasta donde lleguen los bienes heredados. Si las deudas superan el valor de la herencia, no tendrás que poner dinero de tu propio bolsillo.
  • Rechazar la herencia: En casos donde la deuda hipotecaria es mayor que el valor de la propiedad, puedes renunciar a la herencia y evitar heredar el problema.

2. ¿Qué pasa con la hipoteca?

Cuando heredas una vivienda hipotecada, automáticamente te conviertes en el nuevo titular de la deuda. Esto significa que deberás seguir pagando las cuotas mensuales de la hipoteca o enfrentarte a las consecuencias, como la ejecución hipotecaria.

¿Qué opciones tienes si no puedes pagar?

  • Negociar con el banco: La mayoría de los bancos están abiertos a renegociar las condiciones de la hipoteca, especialmente si heredas la vivienda en una situación financiera complicada. Podrías conseguir una reducción de la cuota o una ampliación del plazo de amortización.
  • Vender la vivienda: Si no quieres o no puedes hacer frente a la hipoteca, otra opción es vender la vivienda y usar el dinero de la venta para cancelar la deuda pendiente. Eso sí, ten en cuenta que el proceso de venta puede llevar tiempo y puede no ser suficiente para cubrir todo lo que debes.
  • Dación en pago: En algunos casos, puedes negociar con el banco una dación en pago, lo que significa que entregas la propiedad a la entidad financiera a cambio de que cancelen la deuda. Esto es más fácil si la vivienda tiene un valor cercano al de la hipoteca pendiente.

3. La cláusula escondida: el seguro de vida del fallecido

Uno de los mejores aliados que puedes tener en esta situación es un buen seguro de vida. Muchas hipotecas incluyen un seguro de vida que cubre el saldo pendiente en caso de fallecimiento del titular. Si este es el caso, podrías estar de suerte.

¿Cómo saber si hay un seguro asociado?

  • Revisa los documentos de la hipoteca: El contrato de la hipoteca suele incluir detalles sobre cualquier seguro asociado, incluido el de vida.
  • Consulta con el banco: Si no encuentras la información en los documentos, el banco puede indicarte si existe una póliza vinculada a la hipoteca.

4. ¿Y si hay varios herederos?

Si heredas la vivienda junto con otros familiares, la situación puede volverse aún más complicada. Al dividir la propiedad entre varias personas, todos comparten tanto los derechos sobre la casa como las obligaciones de la hipoteca.

Opciones para resolver esto:

  • Venta de la vivienda: La opción más sencilla suele ser vender la propiedad y repartir el dinero entre los herederos, utilizando parte de la venta para cancelar la hipoteca pendiente.
  • Un solo heredero se queda con la vivienda: Si uno de los herederos quiere quedarse con la casa, puede comprar la parte de los demás y asumir la totalidad de la hipoteca.
  • Proindiviso: Si ninguno de los herederos quiere o puede comprar la parte de los demás, la propiedad queda en proindiviso, lo que significa que todos los herederos son copropietarios de la vivienda y deben tomar decisiones conjuntas sobre qué hacer con ella.

5. El caso especial: heredar una vivienda en alquiler

Si heredas una vivienda que está alquilada, heredas también las obligaciones del contrato de alquiler. Esto puede ser una buena noticia, ya que los ingresos del alquiler pueden ayudarte a pagar la hipoteca, pero también puede complicar las cosas si el inquilino no paga puntualmente o si surgen problemas con el contrato.

¿Qué hacer en este caso?

  • Mantener el contrato de alquiler: Si el inquilino paga puntualmente y el alquiler es suficiente para cubrir la hipoteca, esta puede ser una excelente solución.
  • Modificar las condiciones: Si el contrato de alquiler no te beneficia, puedes intentar renegociar las condiciones con el inquilino, aunque esto depende de lo estipulado en el contrato original.
  • Vender la vivienda con inquilino: Si decides vender la propiedad, puedes hacerlo con el contrato de alquiler vigente, pero debes tener en cuenta que esto puede limitar tu mercado de compradores.


6. Los impuestos: el costo oculto de heredar una vivienda

Heredar una vivienda no solo significa asumir la hipoteca, también implica pagar impuestos. Dependiendo del valor de la propiedad y de la comunidad autónoma en la que se encuentre, los impuestos de sucesiones pueden ser bastante elevados.

¿Qué impuestos debes pagar?

  • Impuesto de Sucesiones y Donaciones: Este impuesto varía según la comunidad autónoma y la relación que tengas con el fallecido. En algunas regiones, como Madrid, hay grandes bonificaciones que reducen considerablemente el coste, mientras que en otras, como Andalucía, los impuestos pueden ser significativos.
  • Plusvalía municipal: Este impuesto se paga por el aumento de valor del suelo desde que el fallecido adquirió la propiedad. Es un coste adicional que debes considerar al aceptar la herencia.

7. ¿Es buena idea reformar la vivienda antes de vender?

Si has heredado una vivienda con hipoteca y decides venderla, es posible que te preguntes si vale la pena invertir en reformas para aumentar su valor. Aunque una renovación puede hacer la propiedad más atractiva para los compradores, debes tener cuidado de no gastar más de lo que ganarás con la venta.

¿Cuándo es buena idea reformar?

  • Si la vivienda está en mal estado: Si la casa necesita reparaciones urgentes (por ejemplo, un tejado dañado o problemas de fontanería), es recomendable hacerlas antes de vender, ya que esto aumentará el valor de la propiedad.
  • Si la ubicación lo justifica: En zonas donde el mercado inmobiliario está en auge, una reforma puede darte una ventaja competitiva y permitirte vender a un precio más alto.

Conclusión: Heredar una vivienda con hipoteca no es el fin del mundo

Heredar una vivienda con hipoteca puede parecer una carga, pero con la información adecuada y un poco de planificación, puedes salir bien parado de la situación. Ya sea que decidas vender la propiedad, renegociar la deuda o aceptar la herencia a beneficio de inventario, hay opciones disponibles para asegurarte de que la herencia no se convierta en una pesadilla financiera.


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