Las hipotecas con doble garantía fueron una de esas «brillantes» ideas que algunos bancos ofrecieron durante los años de la burbuja inmobiliaria, prometiendo más seguridad. La realidad, sin embargo, era mucho más compleja. No solo comprometías la vivienda que estabas comprando, sino que además incluías otro activo como una segunda vivienda, un terreno o, en algunos casos, el negocio familiar. ¡Dos veces el riesgo y el doble de dolores de cabeza!
¿Qué es una hipoteca con doble garantía?
Una hipoteca con doble garantía es un tipo de préstamo en el que el banco asegura el crédito no solo con la vivienda que estás comprando, sino también con otro bien adicional. Puede ser cualquier cosa: otra vivienda, un terreno, un local comercial, o incluso la propiedad de tus abuelos (siempre puedes añadir a la familia al mix).
El verdadero problema radica en que si dejas de pagar, no solo pierdes la casa que compraste con la hipoteca, sino también la segunda propiedad que ofreciste como garantía. Es como si jugaras al Monopoly y, en lugar de perder solo una propiedad, el banco se lleva todas tus casitas de colores.
¿Por qué los bancos ofrecían estas hipotecas?
Durante los años de la burbuja, entidades como Caixa Catalunya, Bankia (antes Caja Madrid), CAM, y algunas más, apostaron por ofrecer hipotecas con doble garantía. La premisa era simple: “¡No te preocupes! Aunque no tengas suficiente capital o ingresos, si puedes ofrecer algo más como garantía, adelante, la casa es tuya”.
La realidad era otra: las entidades querían asegurar que si algo salía mal, podrían ejecutar no solo tu nueva casa, sino cualquier otro activo que hubieras puesto sobre la mesa. ¡Con ellos no se juega!
Las trampas detrás de la doble garantía
Veamos algunas de las razones por las que este tipo de hipotecas resultaron ser una verdadera trampa para muchos:
- Doble riesgo: Al firmar, no solo comprometes una propiedad, sino dos. Si algo sale mal y no puedes pagar la hipoteca, perderás todo lo que ofreciste. No es una amenaza menor, especialmente si el segundo activo es el negocio familiar o la casa de tu infancia.
- Subasta asegurada: En caso de impago, el banco ejecuta ambas propiedades. Y como sabemos, en una subasta, no suelen obtener el máximo valor de mercado. Así que podrías perder mucho más de lo que imaginas.
- Difícil negociación: Las hipotecas normales ya son difíciles de renegociar, pero con dos propiedades en juego, los bancos suelen tener más poder. Las posibilidades de conseguir un buen trato se reducen drásticamente.
- Costes adicionales: Estas hipotecas suelen venir acompañadas de más costes y comisiones. Al incluir dos activos, hay más papeleo y, claro, más gastos.
- Más vulnerabilidad en tiempos de crisis: Durante la crisis económica, muchos de los que tenían este tipo de hipotecas vieron cómo perdían no solo su vivienda, sino también la propiedad adicional. Esta fórmula fue, en muchos casos, una auténtica trampa mortal.
¿Por qué los clientes caían en la trampa?
El auge de las hipotecas con doble garantía se debió, en gran medida, a la presión por comprar vivienda durante la burbuja inmobiliaria. La gente estaba desesperada por hacerse con una propiedad, y los bancos ofrecían este tipo de hipotecas como una falsa solución.
Los compradores caían en la trampa por varias razones:
- Presión social: La idea de ser propietario de una vivienda era tan fuerte que muchos estaban dispuestos a aceptar cualquier condición, incluso si no era favorable a largo plazo.
- Confianza ciega en los bancos: Muchos confiaban en que las entidades financieras sabían lo que estaban haciendo y no les ofrecerían un mal producto. La realidad es que los bancos protegían sus intereses más que los de los clientes.
- Falta de información: Las hipotecas son productos complejos y en muchos casos, los compradores no comprendían los riesgos asociados a una hipoteca con doble garantía.
¿Qué ha pasado con las ejecuciones hipotecarias?
Aunque hoy en día la legislación es más protectora, muchas de estas hipotecas todavía generan ejecuciones hipotecarias. Los deudores que no pueden pagar se ven atrapados en procesos donde no solo pierden su vivienda, sino también la propiedad adicional.
Principales poblaciones de Aragón con más turismo:
- Zaragoza
- Huesca
- Teruel
- Jaca
- Aínsa
- Alquézar
- Benasque
- Canfranc
- Sallent de Gállego
- Panticosa
Soluciones si tienes una hipoteca con doble garantía
Si te encuentras en una situación donde no puedes pagar una hipoteca de doble garantía, la clave está en actuar rápido. Aquí tienes algunas soluciones posibles:
- Renegociación: Habla con tu banco lo antes posible. Si consigues hacerlo antes de que la situación se complique, podrías obtener mejores condiciones o, en algunos casos, una reducción de la deuda.
- Vender antes de que te quiten todo: Si ves que no puedes seguir pagando, la mejor opción es vender la propiedad antes de que el banco ejecute la garantía y la ponga en subasta. Es mejor cortar por lo sano que perderlo todo en un proceso judicial.
- Buscar asesoramiento profesional: No enfrentes esta situación solo. Busca ayuda de un experto que te guíe en el proceso. A veces, contar con el apoyo de alguien que conoce bien las normativas y los procesos es lo que te salva de un mal mayor.
¿Cómo evitar problemas en el futuro?
Si algo hemos aprendido de las hipotecas con doble garantía es que siempre es mejor informarse bien antes de firmar cualquier documento que implique comprometer dos bienes. Las finanzas personales son un tema serio, y no conviene jugar con fuego. Si te ofrecen un producto financiero que no entiendes bien, ¡pregunta, investiga, infórmate!
Además, si ya estás en una situación complicada, recuerda que siempre hay soluciones. No esperes a que el problema sea demasiado grande.
La conclusión: Vende antes de perderlo todo
Las hipotecas con doble garantía fueron una de las trampas más grandes del sector inmobiliario durante la burbuja. Si estás en esta situación, no dudes en vender a tiempo y evitar que todo termine en una subasta donde perderás mucho más.
Si necesitas ayuda para gestionar la venta de tu propiedad o quieres asesoramiento sobre tu situación financiera, estoy aquí para ayudarte. No dejes que la situación se complique más de lo necesario. Aquí tienes mis datos de contacto:
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