Imagina un futuro no muy lejano. Estamos en el año 2040. Los coches vuelan (bueno, casi), las compras se hacen con un solo pensamiento conectado a tu asistente de inteligencia artificial y, sorpresa… ¡tu casa está siendo subastada sin que te hayas enterado! No porque no lo hayas visto venir, sino porque la IA ha tomado el control de la situación y, bueno, ya no se le escapa ni un solo impago.

En este escenario distópico, la inteligencia artificial ya no solo controla el tráfico, las cuentas bancarias y los electrodomésticos de tu casa inteligente; ahora también es el gran juez en los procesos de ejecuciones hipotecarias. ¿Suena a locura? ¡Prepárate, porque esta es la realidad que podría estar esperándonos si seguimos el camino actual de la tecnología y el mundo financiero!

Las casas subastadas: versión 2.0

Hasta hace pocos años, la ejecución de una hipoteca implicaba una montaña de papeles, abogados y plazos judiciales interminables. Sin embargo, en esta hipotética (pero no imposible) realidad del 2040, todo ese proceso será gestionado por una IA.

Imagínate que te has retrasado en pagar algunas cuotas de la hipoteca. Tranquilo, lo normal… Al menos, en 2023. Pero en 2040, tu retraso no pasará desapercibido, porque la inteligencia artificial de tu banco detectará el impago en el acto y comenzará el proceso de subasta con una velocidad inimaginable. Un algoritmo analizará el valor de tu propiedad, evaluará el mercado y hará una estimación automática de los interesados. Todo sin que tú ni te enteres.

Espera, ¿dije sin enterarte? Bueno, la IA te enviará una notificación al estilo: «Lamentamos informarle que su casa ha sido subastada. ¡Gracias por confiar en nosotros!».

¿Serán las IA jueces imparciales o despiadadas?

En este futuro distópico, los fondos de inversión y los bancos habrán desarrollado sistemas autónomos tan sofisticados que decidirán, de forma «imparcial», cuándo una vivienda debe ser subastada. Pero, ¿será esta imparcialidad realmente justa o los sistemas estarán programados para no dejar pasar ni un error humano?

De hecho, es probable que la IA sea despiadada en su eficiencia. No hay negociaciones, no hay retrasos ni “perdones” de último momento. Las reglas son claras: tres meses sin pagar (o menos si la ley sigue endureciéndose) y, automáticamente, el sistema entra en marcha.

Un día recibes un mensaje de tu asistente virtual: “Buenas noticias, tu vivienda ya está disponible para una puja pública”. Ahí es cuando empiezas a buscar las llaves de tu nueva vida… y no precisamente las de esa casa.

Subastas dirigidas por IA: ¿Un mercado más justo o una distopía injusta?

Una de las grandes promesas de la inteligencia artificial es la equidad, pero ¿será realmente así en el mercado inmobiliario de 2040? Quizás para algunos la IA suena como la solución perfecta, eliminando subjetividades y posibles “errores humanos” en la toma de decisiones. Pero, ¿y si la IA fuera programada para favorecer a los grandes fondos y no al ciudadano común?

Imagina este escenario: tu casa se pone en subasta, y la IA realiza una búsqueda entre posibles compradores. Los primeros en la lista son… grandes inversores que compran propiedades al por mayor. ¿Por qué? Porque, en su lógica fría y precisa, estos compradores son más rentables. Son fiables y pueden pagar en menos de 24 horas. Lo que antes era un proceso engorroso y lleno de variables humanas, se ha convertido en un mercado automatizado donde los fondos de inversión juegan siempre con ventaja.

Si esta situación ya te suena un poco a lo que ocurre hoy en día, prepárate, porque en 2040 podríamos ver esto a una escala completamente nueva. ¿La consecuencia? Un mercado dominado por IA que favorece a los grandes jugadores y deja a los pequeños propietarios en la estacada.

La vivienda en 2040: ¿Propietarios o inquilinos perpetuos?

Al ritmo al que se subastarán las propiedades, la IA podría crear una sociedad de inquilinos perpetuos. Cada vez más personas perderían sus casas por la frialdad de un algoritmo, y la posibilidad de ser propietario podría quedar relegada a los pocos afortunados que pueden seguir el ritmo de los pagos sin errores. Un pequeño despiste y la IA lo tendrá todo listo para poner tu vivienda en subasta, sin segundas oportunidades.

¿Te habías imaginado alguna vez en esta situación? Una sociedad en la que, si bien todos seguimos siendo dueños de dispositivos conectados, cada vez menos personas tendrán la seguridad de ser dueños de su propio techo.

Las IAs compradoras: ¿El fin de los humanos en las pujas?

Lo peor de esta distopía es que no solo estarás lidiando con IA que te subasta, sino también con IAs que PUJAN por tu casa. Sí, has leído bien. Las subastas ya no solo serán participadas por inversores humanos; muchos de los fondos de inversión más grandes habrán desarrollado sus propias IA para identificar las mejores oportunidades y pujar automáticamente. En ese momento, la lucha ya no será entre personas, sino entre algoritmos que buscan la mejor rentabilidad.

Ahora sí, ¿puedes imaginar un futuro en el que los humanos no solo no tengan acceso al control de las subastas, sino que ni siquiera tengan la oportunidad de participar en ellas? Lo más probable es que las viviendas sean compradas y revendidas por programas automatizados, en cuestión de segundos, mientras los humanos apenas tienen tiempo de digerir lo que está ocurriendo.

¿Un futuro aterrador o simplemente inevitable?

Este futuro distópico en el que las casas se subastan y compran a través de IA puede parecer sacado de una película de ciencia ficción, pero, si nos detenemos a pensar en el avance tecnológico actual, no es tan descabellado. Ya estamos viendo como la inteligencia artificial comienza a influir en áreas de nuestra vida que nunca pensamos que serían automatizadas. ¿Por qué no también el sector inmobiliario?

Pero, como cualquier distopía, esto también tiene una moraleja. Si no tomamos decisiones hoy sobre cómo manejamos nuestras finanzas, cómo pagamos nuestras hipotecas y cómo nos organizamos, podríamos estar preparándonos para un futuro en el que perdamos el control sobre nuestras propias vidas, o al menos sobre nuestros hogares. Así que, antes de que sea una IA la que decida por ti, recuerda que siempre tienes la opción de buscar soluciones humanas, como la negociación, la dación en pago o incluso el short sale. Aún estamos a tiempo de hacer las cosas bien.


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