Si hay algo que todas las hipotecas tienen en común, además de las cuotas, es esa temida letra pequeña. Te la encuentras camuflada entre cláusulas interminables que parecen haber sido escritas por abogados medievales. Así que si alguna vez te has sentido como Indiana Jones descifrando jeroglíficos al leer tu escritura hipotecaria… ¡no estás solo!
Veamos qué analizar en una minuta hipotecaria antes de firmar, y cómo han cambiado las cosas antes y después de la famosa ley hipotecaria de 2013, ¡todo con listas y un toque de humor para que no te duermas entre tanto dato!

Lo que tienes que analizar en una minuta hipotecaria
- Tipo de interés: ¿fijo, variable o mixto?
- Fijo: Sabes cuánto pagarás durante toda la vida del préstamo. Ideal si no quieres sorpresas.
- Variable: ¡Bienvenido a la montaña rusa del Euríbor! Tu cuota sube y baja con los tipos de interés.
- Mixto: Los primeros años fijo, y luego… a lo que diga el mercado. ¡Emoción garantizada!
- Cláusulas suelo (adiós, pero no del todo) Las famosas cláusulas suelo limitaron cuánto podía bajar el interés en las hipotecas variables. Aunque fueron declaradas abusivas y eliminadas en muchos casos, algunas aún pueden aparecer escondidas en la minuta. ¡Ojo con los bancos traviesos!
- Gastos de formalización
- Notaría, gestoría, impuestos… antes te tocaba pagarlo todo. Con la ley hipotecaria de 2019, la mayor parte de estos gastos ahora corren por cuenta del banco, pero revisa siempre para no llevarte sorpresas.
- Comisiones por amortización anticipada
- Si tienes un golpe de suerte y decides amortizar tu hipoteca antes de tiempo, mira si el banco te va a cobrar. La ley de 2013 puso límites a las comisiones, pero algunos bancos siguen intentando rascar algo más por aquí.
- Seguro de vida y hogar obligatorio (o casi)
- Algunos bancos te exigen contratar un seguro de vida o de hogar con ellos, aunque no es obligatorio por ley. Pero eso sí, te «incentivan» a hacerlo con jugosos descuentos en el tipo de interés. Revisa bien qué te están colando en los seguros adicionales.
- Intereses de demora
- El banco puede cobrarte intereses si te retrasas en un pago, pero no pueden ser desproporcionados. Desde 2019, el interés de demora no puede superar en tres puntos el interés de tu hipoteca

Cómo eran las escrituras hipotecarias antes de 2013 y cómo son ahora
- Antes de 2013: La Edad Oscura de las Hipotecas
- Cláusulas suelo: Estaban por todas partes, aunque no supieras que las tenías.
- Comisiones por todo: Por cancelación, amortización anticipada, y hasta por cambiar el color del boli al firmar. Bueno, casi.
- Información opaca: El banco te daba las condiciones de la hipoteca en el momento de la firma, sin tiempo para revisarlas con calma.
- Después de 2013: Algo ha mejorado (pero no te confíes)
- Adiós a las cláusulas suelo: O casi. Legalmente prohibidas, aunque siempre debes leer bien la minuta.
- Menos comisiones: La ley limita las comisiones por amortización y cancelación.
- Transparencia (más o menos): El banco está obligado a darte toda la información antes de la firma y asesorarte sobre lo que vas a contratar. Además, te dan tiempo para revisar las condiciones con calma. ¡Aleluya!
- Bancos y Cajas que Desaparecieron tras la Burbuja Inmobiliaria
- No es que estemos viendo fantasmas, pero muchos de estos bancos y cajas que sonaban tanto en la burbuja ya no están con nosotros. Vamos a hacer un repaso por los que se fueron para no volver.
- Caja Madrid (fusionada en Bankia, y luego Bankia fusionada con Caixabank)
- CAM (Caja del Mediterráneo)
- Caixa Catalunya (integrada en BBVA)
- Banca Cívica (absorbida por Caixabank)
- Caja Castilla-La Mancha (rescatada y absorbida por Liberbank)
- CajaSur (ahora parte de Kutxabank)
- Banco de Valencia
- Caja España-Duero (ahora parte de Unicaja)
- NovaCaixaGalicia (fusionada en Abanca)
- Unnim (absorbida por BBVA)
- Y si te preguntas qué bancos pueden desaparecer en los próximos años… el tiempo lo dirá. Pero con el auge de la banca online y las fusiones, algunos expertos pronostican que los bancos más pequeños podrían no sobrevivir a la próxima década. Así que, ojo con lo que pasa con las entidades tradicionales.