«Cuando el dinero malo circula junto al bueno, el bueno desaparece» — Sir Thomas Gresham, siglo XVI. También podría haber sido el autor anónimo del dicho: «El que guarda, pierde».

¿Qué es la ley de Gresham y qué pinta en tu cuenta corriente?

La ley de Gresham nació en la Inglaterra del siglo XVI cuando las monedas devaluadas (menos plata, más cobre) circulaban más que las monedas «buenas» (más valiosas). ¿Por qué? Porque la gente guardaba las buenas y gastaba las malas.

Ahora actualízalo al siglo XXI: ¿Cuántas veces has gastado el último billete de 20 € antes que tocar tus ahorros? ¿O has preferido financiar algo a plazos aunque tuvieras el dinero? Bienvenido a la Gresham moderna.

¿Cómo se aplica la ley de Gresham a tus finanzas personales?

1. Gastas primero el dinero «barato»

Pagas con tarjeta, usas descuentos, pides un crédito sin tocar tus ahorros. Te parece menos doloroso. Pero eso normaliza el endeudamiento y castiga tu disciplina.

2. Guardas el dinero bueno… hasta que se lo come la inflación

«Este dinerito lo tengo para emergencias»… pero lo dejas en una cuenta al 0% de interés. Mientras tanto, cada año vale menos.

3. Te apegas a lo intangible y pierdes lo valioso

La ley de Gresham no solo va de monedas. También aplica a tu tiempo, energía y atención. Inviertes en lo urgente, no en lo importante.

Anécdota real: el chico que guardó sus bitcoins pero financió un sofá

Juan, 32 años. Tenía 0,7 bitcoins cuando valían 1.000 €. Decidió no tocarlos porque «iban a subir mucho». Pero necesitaba un sofá. Lo financió a 24 meses con intereses. Total pagado: 970 €.

Hoy, su bitcoin vale más… pero no ha vendido. Sigue pagando el sofá. El dinero bueno (el bitcoin) lo guardó. El dinero malo (el crédito), lo gastó.

Gresham lo aplaudiría. Con sarcasmo.

¿Cómo evitar que el dinero malo expulse al bueno en tu economía?

✅ 1. Dale rotación al dinero bueno

No te digo que te fundas tus ahorros. Pero tampoco que los entierres como si vivieras en Mad Max. Ponlos a trabajar: invierte, diversifica, gana algo con ellos.

✅ 2. Prioriza el uso inteligente de tus recursos

Paga lo importante con recursos importantes. Si puedes evitar financiar, hazlo. Si puedes usar tu tiempo en formarte, no lo regales en scroll infinito.

✅ 3. Protege tu dinero con estrategia, no con miedo

Ahorrar sí, pero con propósito. Invertir sí, pero con sentido. No guardes tu dinero por miedo. Cuídalo con inteligencia.

✅ 4. Invierte en lo que no caduca: conocimiento, salud y relaciones

El dinero se va, pero las habilidades, los contactos y la salud financiera te devuelven más de lo que gastas en ellas.

Más sobre decisiones financieras inteligentes aquí: https://x.com/JJohanhan/status/1923652122886713680

Preguntas frecuentes sobre la ley de Gresham y tu bolsillo

¿Entonces no hay que ahorrar?

Sí, pero no de cualquier forma. Ahorrar sin estrategia es dejar que la inflación haga el trabajo del ladrón.

¿Cómo identifico el dinero malo en mi vida?

Todo lo que te empuja a gastar más de lo que ganas: tarjetas, créditos rápidos, compras impulsivas. Y cualquier recurso que desperdicias creyendo que «no pasa nada».

¿Es mejor invertir que guardar?

Sí, si tienes un fondo de emergencia y una estrategia. Invertir no es arriesgarse, es poner tu dinero en movimiento inteligente.

Conclusión: no dejes que lo malo expulse lo bueno (ni en tu cartera, ni en tu vida)

La ley de Gresham sigue viva. Cada vez que eliges gastar sin pensar, endeudarte «porque es fácil» o guardarlo todo por miedo, estás dejando que el dinero malo expulse al bueno.

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