La Modern Monetary Theory (MMT) propone imprimir dinero para financiar el Estado. Te contamos por qué esta idea puede acabar muy mal (con humor y ejemplos reales).
“Dar dinero gratis no empobrece a nadie, siempre que se imprima lo suficiente.” — Algún político sin carrera de económicas
Hay ideas que, como los pantalones de campana o los programas de cocina en prime time, vuelven cada cierto tiempo. Una de ellas es la llamada Modern Monetary Theory (MMT) o teoría monetaria moderna. Con un nombre que suena a revolución científica pero que tiene la lógica de una estufa en verano, esta corriente económica propone que los gobiernos pueden imprimir dinero sin consecuencias graves… siempre que lo hagan en su propia moneda.
Spoiler: no acaba bien.
¿Qué es la Modern Monetary Theory (MMT)?
La MMT afirma que un Estado soberano, con control sobre su moneda, puede financiar todo su gasto simplemente emitiendo dinero, sin necesidad de impuestos ni deuda tradicional. Y que la única preocupación debería ser la inflación.
¿Que quieres pagar un sistema de salud mejor? Imprime billetes.
¿Una renta básica universal? Más billetes.
¿Subvenciones para que no quiebren las fábricas de pelucas de unicornio? ¡A darle a la impresora!
Una idea que seduce a los populistas como una barra libre a un Erasmus. Pero, como todo lo que parece demasiado bueno para ser cierto… lo es.

El helicóptero del dinero: versión económica del maná divino
La teoría del helicóptero del dinero, formulada por Milton Friedman (¡sí, él!), plantea lanzar dinero directamente a la población para estimular la demanda.
Durante el COVID, algunos países coquetearon con la idea:
- 🇺🇸 Estados Unidos repartió cheques de estímulo de 1.200 dólares.
- 🇯🇵 Japón dio 100.000 yenes a cada ciudadano.
- 🇪🇸 España… bueno, propuso cosas.
¿Resultado? Subidón de consumo, inflación disparada y más de un banquero central con sudores fríos.
Anécdota histórica: la hiperinflación de Zimbabue
Allá por los 2000, el presidente Robert Mugabe decidió que la escasez de dinero se solucionaba… imprimiendo más. Literalmente. Billetes de 100 billones de dólares zimbabuenses se convirtieron en servilletas. Un café podía costar 10 millones por la mañana… y 100 millones por la tarde.
¿Final? La moneda se abandonó, la economía colapsó y hoy Zimbabue usa dólares estadounidenses. La impresora, eso sí, sigue en algún museo del horror económico.
La falacia del dinero gratis
La MMT parte de una premisa seductora: si un país tiene soberanía monetaria, no puede quebrar en su propia moneda. Cierto. Pero eso no significa que pueda hacer lo que quiera sin consecuencias.
Imprimir dinero reduce el valor del mismo. Y cuando todo el mundo tiene más dinero, los precios suben. Es decir, inflación.
Y cuando la inflación se descontrola…
- Aumenta la pobreza.
- Se pierde poder adquisitivo.
- Suben los tipos de interés.
- Y sí, al final se termina subiendo impuestos (ironía: activada).

¿Y los bancos centrales?
Muchos bancos centrales han adoptado políticas parecidas a la MMT sin declararlo. El Quantitative Easing (QE) es básicamente imprimir dinero para comprar activos y estimular la economía.
Pero lo hacen con freno de mano. Saben que si se les va la mano, la inflación se convierte en Godzilla.
Comparativa: países que cayeron en la trampa
| País | Año | Resultado del exceso de emisión |
|---|---|---|
| Alemania | 1923 | Inflación descontrolada. Pan = 4.000M marcos |
| Argentina | Hoy | Inflación +100% anual. Pesos en vías de extinción |
| Venezuela | Hoy | Moneda con más ceros que dignidad económica |
| Zimbabue | 2008 | Desastre total. Dinero como papel higiénico |
¿Por qué la MMT gusta tanto?
Porque promete soluciones sin sacrificio. Es la dieta milagro de la economía. La píldora mágica.
Y claro, hay gente dispuesta a creer que puedes comer donuts y adelgazar. Pero no. Tampoco puedes imprimir dinero sin desatar la inflación.
¿Y si volvemos a lo básico?
Ya lo decía Thomas Sowell:
“No hay soluciones, sólo compensaciones.”
La economía es eso: elegir qué coste estás dispuesto a asumir. La MMT dice que el coste es cero. Pero la historia nos enseña otra cosa: cuando imprimes como loco, acabas recogiendo los billetes del suelo mientras todo sube menos tu sueldo.
Conclusión (sin tinta, pero con criterio)
La Modern Monetary Theory es atractiva, sí. Pero también lo es creer en unicornios.
Imprimir dinero sin control puede ser una herramienta en tiempos de crisis, pero no un modelo económico permanente. Lo contrario es como construir tu casa con plastilina porque es más barato.
“Los billetes no crean riqueza. El trabajo, la producción, la confianza y el ahorro sí.” — Sentido común, ese gran desaparecido.
Epílogo con cordura (y asesoramiento de verdad)
Soy Juan Carlos Calvo, mediador especialista en conflictos financieros e inmobiliarios.
Si tienes una deuda que no para de crecer, un crédito que parece fabricado por un economista enloquecido, o quieres entender cómo defender tu patrimonio cuando todo sube (menos tu cuenta bancaria):
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Trabajo con personas, no con eslóganes. Y aquí, la única teoría moderna que importa es la que te ayuda a salir del fondo.