Todos hemos tenido alguna vez ese momento en el que nos viene el apretón económico. Uno lo sufre cuando ve la factura del teléfono, otro cuando revisa la cuenta del supermercado, y los que tienen hipoteca, bueno… digamos que su dolor es algo más profundo. Pero si la situación se ha puesto seria y no puedes pagar la hipoteca, ¡tranquilo! No estás solo. Hay caminos que puedes explorar antes de ver tu casa en una subasta.

Aquí te lo explico, paso a paso, con algo de humor para aliviar el mal trago y, sobre todo, con soluciones. Porque sí, todavía hay opciones antes de que el banco mande la carta con el temido «Querido cliente, es hora de desalojar».

1. Lo primero: hablar con el banco (sin huir)

Lo sé, la tentación de meter la cabeza bajo tierra al estilo avestruz está ahí. Pero, créeme, hablar con el banco es la primera cosa que deberías hacer. A las entidades no les interesa quedarse con tu casa; su negocio es cobrar la hipoteca, no coleccionar pisos.

Si te adelantas al problema y explicas tu situación, puedes negociar una carencia temporal (pagar solo los intereses durante un tiempo), alargar el plazo de la hipoteca o, en casos más graves, pedir una restructuración de la deuda.

Ejemplo: Juan tenía una casa en La Muela, Zaragoza, pero su negocio de venta de sombreros de paja no iba bien. Al ir al banco, consiguió una carencia de seis meses y se salvó del apuro. ¡No dejes que la falta de sombreros arruine tu vida hipotecaria!

2. Explora el Código de Buenas Prácticas

Si tu situación es delicada (paro, ingresos reducidos, etc.), puedes acogerte al Código de Buenas Prácticas Bancarias, que es una normativa que obliga a los bancos a ofrecer soluciones razonables antes de proceder con la ejecución hipotecaria. Puedes pedir:

  • Quita de parte de la deuda.
  • Alargamiento del plazo.
  • Dación en pago (entregar la casa para saldar la deuda).

La pega es que no todos los bancos están obligados a seguirlo, pero si el tuyo lo está, ¡aprovecha! El Código puede ser tu salvación, como ocurrió en más de una ocasión en Girona, donde familias con segundas residencias vieron el cielo abrirse gracias a esta opción.

3. Vende la casa (y rápido)

Vale, no es el ideal de nadie, pero vender la casa puede ser una solución antes de que el banco ponga el cartel de «Subasta». Aunque te parezca difícil, hoy en día hay muchas herramientas para vender rápido, incluso si estás en Cuarte o Utebo, Zaragoza. La clave es no esperar a que la situación empeore.

Además, si la casa está en una zona turística, como en el Pirineo de Huesca, puede haber inversores interesados en comprarla para alquiler vacacional. ¡Vender rápido puede ahorrarte el estrés de la ejecución!

4. Reestructuración de la deuda

Otra opción es una reestructuración de la deuda, que puede implicar alargar el plazo de pago o cambiar el tipo de interés. Esto te dará un respiro al reducir las cuotas mensuales, aunque terminarás pagando más intereses a largo plazo. De todos modos, mejor esto que perder la casa en una subasta, ¿no?

5. La dación en pago

¿Sientes que no hay salida? Puede que puedas recurrir a la dación en pago, es decir, entregar la casa al banco para saldar la deuda y terminar la relación hipotecaria de una vez por todas. Eso sí, no es algo que los bancos ofrezcan como caramelos, pero si tu caso es desesperado, vale la pena intentarlo.

6. Pide ayuda profesional (¡Puedo ayudarte!)

Si ya has probado todas las opciones anteriores y las cosas siguen mal, no tires la toalla. Hay profesionales especializados en ayudar a personas con problemas hipotecarios, y es posible que encuentren una solución que tú no has considerado. Además, cuando las deudas han pasado a fondos buitre, la negociación puede ser más flexible de lo que imaginas.

En zonas como María de Huerva y otras localidades cercanas a Zaragoza, estos expertos han logrado auténticos milagros. Y recuerda, a veces un simple consejo a tiempo puede salvarte de una situación complicada.


Ejemplos de casos exitosos:

  • En Utebo, una pareja con una hipoteca en el aire consiguió vender su casa antes de la subasta, negociando con el comprador un alquiler con opción a compra.
  • En Girona, una familia en paro logró renegociar su deuda y evitar la ejecución hipotecaria al acogerse al Código de Buenas Prácticas.
  • En Cuarte, una propietaria con dos hipotecas sobre una misma casa pudo venderla a tiempo gracias a la asesoría profesional, evitando deudas adicionales.

Consejos finales para evitar la ejecución hipotecaria:

  • No te escondas: Habla con el banco desde el minuto uno.
  • Explora todas las opciones legales y financieras.
  • Vende antes de que la situación sea irreversible.
  • Considera la dación en pago.
  • Busca ayuda profesional.

Recuerda, la ejecución hipotecaria no es el fin del mundo, pero tampoco hay que dejarla llegar sin haber intentado todo antes.


¿Y qué pasa con las zonas turísticas?

En lugares como La Muela o Girona, la compra de segundas residencias suele ser muy común, lo que genera oportunidades para vender tu casa si te ves apretado con la hipoteca. Los inversores buscan constantemente oportunidades para comprar en estas áreas, ya sea para convertir las casas en viviendas vacacionales o para alquilarlas a largo plazo.

¿Estás en una situación complicada con tu hipoteca?
Si no puedes pagar, te enfrentas a una ejecución hipotecaria, o tienes problemas con un proindiviso, puedo ayudarte a encontrar una solución antes de que sea demasiado tarde. A veces solo necesitas un buen consejo o una salida que no habías considerado. ¡No estás solo en esto!

Visita salirdelfondo.es/contacto para ponerte en contacto conmigo o para saber más sobre cómo puedo ayudarte, visita salirdelfondo.es/sobre-mi. ¡Juntos podemos encontrar la mejor solución!