¿Te imaginas despertarte un día con una carta en tu buzón que dice: “Nos vemos en la subasta”? Y no, no hablamos de una subasta de arte o coches clásicos, sino de tu casa. Lo peor es que esta situación puede llegar a ti sin que te des cuenta. A veces las señales están ahí, pero preferimos ignorarlas, como cuando comes un helado y decides pasar por alto que eres intolerante a la lactosa… porque “solo es un poquito”.

Si tienes una hipoteca y estás lidiando con pagos difíciles, o si simplemente te gusta la emoción de jugar con fuego financiero, aquí te traigo las 7 señales de que tu casa terminará en subasta… y probablemente no te has dado cuenta.


1. Has dejado de revisar tus correos del banco

Sabes que los recibos siguen llegando, pero decidiste que tu buzón ya no es de tu interés. Si el banco ya ha enviado más de una carta y no la has abierto, es hora de que dejes de ignorarlas como si fueran invitaciones a una fiesta de excompañeros de colegio. Cuando los correos bancarios empiezan a acumularse y tienen más palabras en mayúsculas que tu chat con tu madre, significa que algo serio está en marcha. La comunicación bancaria es la primera alerta de que las cosas se están descontrolando.

Consejo: Abre tus cartas. Siempre.


2. Tienes cuotas impagadas, y la ley ya no te protege

Antes, la normativa era clara: con tres cuotas impagadas, el banco podía dar comienzo al proceso de ejecución. Sin embargo, con la Ley 5/2019 de Crédito Inmobiliario, las condiciones han cambiado. Ahora, el proceso de ejecución puede comenzar si se deben al menos 12 meses de cuotas o el 3% del total del préstamo durante la primera mitad del contrato o 15 meses o el 7% del total durante la segunda mitad. Es decir, tienes un margen mayor, pero también más responsabilidad.

Dato importante: Aunque la ley te da un margen más amplio, si alcanzas esos límites, el proceso de ejecución hipotecaria puede iniciarse rápidamente.


3. Tu teléfono suena con números desconocidos (y los ignoras)

Si recibes llamadas de números que empiezan por 900, es posible que no sea solo una oferta de tarifas telefónicas más baratas. El departamento de gestión de cobros del banco tiene tu número, y aunque hoy ignores esas llamadas con una sonrisa satisfecha, en pocos meses el silencio de tu parte puede significar que la subasta de tu casa ya está en marcha.

¿Quién te llama?: Probablemente el equipo legal del banco que está gestionando los pagos atrasados. Si los ignoras, es como echar gasolina al fuego.


4. Tu banco ha dejado de ser amable contigo

En el momento en que empiezas a tener problemas de pago, es común que el banco intente llegar a un acuerdo amistoso. Pero si la actitud del personal del banco ha pasado de “Estamos aquí para ayudar” a “Hablaremos en el juzgado”, es una señal de que el buen rollo ha terminado. Las negociaciones han fracasado y probablemente estés en la antesala de la ejecución.

El banco ha arriesgado su capital prestándote el dinero, y si no puedes responder, necesita recuperar ese dinero vendiendo tu casa en la subasta. A veces se olvida que el banco, como cualquier entidad financiera, tiene que proteger sus inversiones. La realidad es que la propiedad nunca es completamente tuya hasta que terminas de pagarla.


5. Has recibido un requerimiento judicial

Este es el paso que muchos prefieren ignorar (o no abrir la carta). Si ya te llegó un requerimiento judicial, es decir, una notificación oficial del juzgado informándote que tu banco ha iniciado el proceso de ejecución hipotecaria, estás en la recta final hacia la subasta. Aquí ya no hay vuelta atrás. Si te sientes tentado a esconder la carta debajo de una pila de papeles, recuerda que los jueces no aceptan excusas como “No lo vi” o “Se lo comió mi perro”.

La subasta está más cerca de lo que crees si ignoras este paso.


6. Tu hipoteca ha sido transferida a un fondo de inversión

Mucho se habla de los llamados «fondos buitre», pero la realidad es que son fondos de inversión que adquieren paquetes de hipotecas impagadas y cuentan con equipos altamente profesionales que buscan una solución. Estos fondos tienen un enfoque más pragmático que los bancos, y aunque aceleran el proceso de ejecución si no hay acuerdo, también están dispuestos a negociar. De hecho, en muchos casos, llegar a un acuerdo con ellos puede ser la mejor opción para ambas partes.

Advertencia: Si ves que tu hipoteca ha sido comprada por uno de estos fondos, es una señal de que la subasta podría estar más cerca de lo que crees, pero también es una oportunidad para negociar.


7. Has recibido una nueva tasación de tu vivienda

Aquí es donde entra la parte más técnica. La tasación de tu vivienda se realiza cuando constituyes la hipoteca. Si recibes una notificación de una nueva tasación, puede significar que el proceso de ejecución no es hipotecario, sino ordinario. Esto sucede cuando la deuda que generaste no está vinculada directamente a la hipoteca, sino a otro tipo de préstamo o crédito, pero aun así terminará en subasta judicial.

Este tipo de ejecución también puede llevar tu casa a una subasta, aunque el proceso legal sea distinto.


¿Qué puedes hacer?

Si has reconocido alguna (o todas) de estas señales, no entres en pánico… pero tampoco lo ignores. El proceso de ejecución hipotecaria puede detenerse o al menos negociarse si tomas acción a tiempo. En lugar de esconder la cabeza en la arena, busca ayuda. Tienes opciones: desde vender antes de que llegue la subasta, renegociar los términos de la hipoteca o incluso llegar a un acuerdo con el fondo que la ha comprado.


Y si te ves en una situación así…

Si has dejado de pagar y ves que alguna de estas señales empieza a aparecer en tu vida, no esperes al último minuto. Puedo ayudarte a evitar que tu casa acabe en subasta y encontrar una solución antes de que todo explote. Visita salirdelfondo.es y descubre cómo podemos resolver tu situación de manera rápida y efectiva.