Las casas subastadas parecen un misterio para muchos, pero la realidad es que son más comunes de lo que imaginas. Ya sea porque no pudieron hacer frente a la hipoteca, o simplemente el proceso no les dio respiro, las subastas son el final del camino para muchas propiedades en España. Y, créeme, lo que pasa después de que una casa es subastada es una mezcla entre drama, realidad económica y, en algunos casos, sorpresas de última hora.
Hoy te contamos 10 verdades impactantes sobre lo que pasa después de que una casa termina en subasta. Prepárate para reír, asombrarte y, sobre todo, aprender qué podrías hacer para evitarlo.
1. No siempre la compra más barata de tu vida
Es posible que hayas escuchado que en las subastas se pueden conseguir gangas increíbles. Spoiler alert: no siempre es así. Las casas subastadas pueden llegar a precios muy cercanos al valor de mercado, sobre todo si hay varios postores interesados. Además, algunos gastos y sorpresas ocultas pueden aumentar el coste total más allá de lo que esperabas.
2. El banco no siempre se queda con la casa
Una idea muy extendida es que el banco siempre se queda con la propiedad si nadie la compra en la subasta. Aunque esto pasa, lo cierto es que a veces los fondos de inversión u otros compradores están atentos a estas oportunidades. Sí, ese vecino tuyo del que no sabías nada, puede estar pujando por tu casa sin que te enteres.
3. El «ocupante sorpresa»
Imagina comprar una casa en subasta y, cuando llegas con las llaves, te encuentras que sigue ocupada… ¡por su antiguo dueño! Sí, una de las grandes sorpresas de las subastas es que, a veces, el antiguo propietario sigue dentro de la vivienda y no tiene intención de marcharse sin una buena pelea legal. Así que, antes de soñar con redecorar, asegúrate de que la casa esté vacía.
4. Puede haber más de una deuda pendiente
Una de las verdades más impactantes de las subastas es que el comprador puede heredar las deudas pendientes de la propiedad. Además de la hipoteca, podría haber otras cargas como impuestos municipales no pagados o cuotas de la comunidad. ¡Así que ojo con lo que estás comprando! El chollo puede convertirse rápidamente en un quebradero de cabeza si no investigas a fondo.
5. Fondos de inversión al acecho
Los fondos de inversión están siempre atentos a las subastas, especialmente aquellas en las que el valor de la vivienda sigue siendo atractivo. Lo que muchos no saben es que estos fondos suelen tener equipos muy profesionales encargados de gestionar este tipo de operaciones. Y, sí, puedes negociar con ellos. Si tu casa está en riesgo de subasta, es posible llegar a acuerdos con estos fondos y evitar la subasta mediante una venta negociada.
6. El chollo para el vecino rápido
Sorprendentemente, muchas subastas son ganadas por vecinos del mismo edificio o zona. ¿Por qué? Ellos conocen mejor que nadie el valor real del inmueble, y saben cuándo pueden hacer una buena oferta. Así que, si ves a tu vecino demasiado interesado en las últimas noticias sobre tu hipoteca, ¡cuidado! Puede estar esperando su oportunidad.
7. El proceso es largo, pero no tanto como parece
Aunque el procedimiento para que una casa llegue a subasta puede ser largo, una vez que el proceso judicial avanza, la subasta no tarda tanto. Muchos piensan que hay meses para “resolver” las cosas, pero en realidad el reloj empieza a correr muy rápido una vez que el banco o fondo inicia los trámites. Si no actúas a tiempo, puedes quedarte sin opciones para salvar la vivienda.
8. El precio no siempre es justo
En muchas ocasiones, el valor que se asigna al inmueble en la subasta no refleja su verdadero precio de mercado. Esto puede ser una ventaja para algunos compradores, pero una gran desventaja para el propietario original, que ve cómo su propiedad es vendida por menos de lo que debía. Pero tranquilos, hay maneras de evitar esto si se actúa a tiempo, ¡negocia antes de llegar a este punto!
9. La historia de la casa influye
Uno de los puntos que no se comentan mucho es que, si la casa tiene una historia de problemas (ocupantes, disputas legales, etc.), esto puede asustar a muchos postores. Las casas con historias turbulentas pueden tardar más en venderse, y a veces, incluso tras la subasta, sigue habiendo problemas legales o judiciales que retrasan el proceso.
10. Puedes evitar la subasta con un acuerdo previo
Y aquí va una de las verdades más importantes: si estás a punto de perder tu casa en subasta, no te rindas. Existen soluciones como la venta en corto o la dación en pago, que pueden ayudarte a evitar la subasta y encontrar un final más beneficioso para todas las partes. Lo mejor es actuar antes de que el proceso judicial avance demasiado. Si ya hay inversores interesados en tu casa, eso puede ser una señal de que puedes negociar antes de que sea demasiado tarde.
¿Qué hacer si tu casa está en peligro de ser subastada?
Antes de que la situación se te escape de las manos, puedes buscar una solución con profesionales. Si no quieres que tu vivienda termine en manos de alguien más, o prefieres evitar todo el proceso judicial, contacta a alguien que sepa cómo negociar.
Puedo ayudarte a buscar la mejor opción para ti. Ya sea negociar con fondos de inversión, llegar a un acuerdo con el banco o evitar la subasta a través de la venta en corto, estoy aquí para guiarte. Contacta conmigo y busquemos una solución a tu medida.